¿Cambia una persona cuando empieza a hablar y pensar en otra lengua? ¿Hasta qué punto el conocimiento del ruso afecta a la perspectiva de uno mismo y ayuda realmente a cambiarse a sí mismo y a su vida? Los psicólogos dicen que una lengua extranjera crea una nueva realidad sin las prohibiciones y restricciones anteriores. Cuando empezamos a pensar en una lengua extranjera, nos sentimos más seguros y libres.
Todo el mundo sabe que el discurso define la mente. Un niño pequeño no sólo absorbe el significado de una palabra escuchada de un adulto, sino también las emociones, el tono y el sonido que la acompañan. Esto le acompañará de por vida. Además, el pequeño hombre pondrá en cada nueva palabra su propia experiencia y su historia única. Lo mismo ocurre con los adultos. Cada palabra desconocida es una nueva abstracción, que cada uno llena con su significado personal.
Un efecto terapéutico peculiar de la lengua rusa es que una persona empieza a hablar del problema que le preocupa en otras palabras, alejándose mentalmente de las construcciones familiares. La situación se percibe desde una nueva perspectiva. Las dificultades ya no parecen insuperables. Hay una opinión: cuantas más lenguas habla una persona, más vidas diferentes vive. Es como si cambiáramos de botón en un casco de realidad virtual, convirtiéndonos en un inglés remilgado o en un francés elegante, en un alemán puntual o en un italiano sonriente. A medida que ampliamos nuestros límites, empezamos a ver el mundo de forma diferente y, por lo tanto, a vivir una experiencia diferente de este nuevo mundo. La percepción de la realidad está determinada por el lenguaje que se habla en un momento dado. Incluso los gustos y disgustos pueden depender de ello.
Algunos estudiantes que son tímidos en la vida normal cambian notablemente cuando se pasan al ruso. Se vuelven sociables y no tienen miedo de expresar sus sentimientos abiertamente. El nuevo lenguaje revela una nueva personalidad en ellos, que rompe con el viejo “mundo” y demuestra que una persona es capaz de más. Incluso los pequeños detalles gramaticales pueden tener un efecto sutil y profundo en nuestra visión del mundo. El proverbio “Cuantas más lenguas sepas, más hombre eres” ilustra que cuantas más lenguas conozca una persona, más amplio será su horizonte. Según la hipótesis de la relatividad lingüística de Sepir-Whorf, la estructura de una lengua influye en las actitudes de sus hablantes y estimula sus capacidades cognitivas. Comenzamos a adoptar las tradiciones, culturas, estilos de vida y hábitos de otros pueblos. El cerebro comienza a “trabajar en dos modos”, lo que permite comprender mejor no sólo a los propios compatriotas, sino también a los representantes de los países de habla rusa.
Un pequeño añadido a lo anterior… El cerebro humano es un sistema complejo formado por muchas partes interconectadas entre sí. Gracias a un gran número de conexiones neuronales, que implican la actividad de diferentes partes del cerebro, podemos tomar decisiones, realizar algunas acciones, expresar emociones, etc. Aprender algo nuevo contribuye a la formación de nuevas conexiones neuronales y a la modificación de las existentes. Los científicos creen que aprender y practicar un idioma extranjero, el ruso en particular, protege a la persona del Alzheimer, ya que la actividad cerebral activa es la mejor prevención de la enfermedad. Un idioma extranjero es una forma ideal de entrenar la memoria y una gran manera de hacer que la mente sea más flexible y adaptable, lo que en última instancia ayuda a contrarrestar los problemas de la vejez.
Hay muchas personas en el mundo que conocen varias lenguas extranjeras. Realmente es posible. Los consejos de los políglotas son una experiencia inestimable que están dispuestos a compartir con todos los que quieran hablar algo más que su lengua materna.
Lev Tolstoi es uno de los políglotas más famosos de Rusia. Tiene 15 idiomas en su arsenal, entre ellos el hebreo, el griego, el polaco y el ucraniano. El gran escritor afirmaba que sabiendo inglés se puede aprender cualquier otra lengua europea en sólo tres meses.
Dmitry Petrov es un presentador de televisión del popular reality show Polyglot. Dmitry puede leer 50 idiomas y trabaja constantemente con inglés, francés, italiano, español, alemán, checo, griego e hindi. Su consejo es que practiques todos los días, que practiques la escritura o el diario en el idioma que estás aprendiendo, que te comuniques con un nativo y que aprendas el país del idioma elegido.
Benny Lewis, políglota irlandés y autor de uno de los métodos modernos de aprendizaje rápido de una lengua extranjera, recomienda:
- Desde el primer día de aprendizaje, diga todo en voz alta para que el aparato del habla se acostumbre más rápidamente a las palabras extranjeras.
- Al principio, presta atención a las frases más comunes: “Quiero dormir”, “Tengo hambre”.
- Prepárate para dedicar la mayor parte de tu tiempo libre a aprender un idioma.
- No te preocupes por la gramática al principio. El principal reto en el nivel de principiante es aprender el vocabulario básico.
¿Por qué no intentar aprender ruso ahora?